domingo, 3 de noviembre de 2013

4a Travesia Estartit - Islas Medas

Llegado el 1 de Noviembre es el turno de la travesía de las Islas Medas organizada por Neda el Món. Toda una fiesta de la natación en aguas abiertas disputada en un paraje extraordinario. Por primera vez en cuatro ediciones, el mar iba a permitir que rodeásemos a la Meda gran. Toda una suerte!

Paralelamente, esta travesía tiene su parte solidaria y se destinarán los beneficios para la Marató de TV3, que este año recauda fondos por las enfermedades neurodegenerativas, una causa vivo de cerca. Resulta muy triste ver como tu abuela, quien te crió de pequeño y te enseñó a ser una buena persona, llega un día en el que olvida tu nombre... Tan sólo espero de que todo el dinero llegue realmente a su destino y que con el paso de los años nadie olvide el recuerdo de días tan buenos como el vivido hoy.

Volviendo a la travesía, fue un placer reencontrarme con tantas caras conocidas y conocer nuevas. El buen rollo está siempre asegurado si la compañía es buena. Entre risas y bromas los menos valientes nos pusimos el neopreno y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en la línea de salida.


5, 4, 3, 2, 1.... Al agua patos!!!! con calma entro en el agua y empiezo a dar las primeras brazadas. Me entra agua en las gafas y apenas veo nada, tras golpearme con algo decido parar y ajustarlas bien. Primera sorpresa, HAY MEDUSAS!!! y no pocas precisamente!!! Quién ha invitado a las Pelagias???


Voy sorteándolas como puedo hasta que llega el primer picotazo en toda la nariz. A partir de ese momento, me entra el pánico, empiezo a nadar espalda y me acuerdo de dos cosas. La primera de una persona que me dijo hace tiempo que en los puertos y espigones NUNCA había medusas, y la segunda no sé para qué compro repelente de medusas si siempre lo dejo en la mochila...

Por suerte, al salir del espigón y entrar en mar abierto, la concentración de medusas era bastante menor y pude nadar con algo más de tranquilidad, pero tampoco mucha. Aun así el escozor de la nariz no se marchaba... con este, ya es el tercer baño consecutivo en el que me llevo un besito de alguna medusa. Terminaré por acostumbrarme.

Levantando la mirada cada pocas brazadas, la Meda gran cada vez estaba más y más cerca. Al llegar a ella me quedé embobado mirando el fondo, me sorprendía la gran cantidad de peces que nadaba entre la posidonia, como también su pequeño tamaño.

Al iniciar el rodeo de la isla, el mar hizo honor a su nombre autóctono y con la bravura que le caracteriza le dio un punto de épica muy interesante a la travesía. Resultaba espectacular poder nadar allí a la merced de las olas.

Entre brazadas para seguir avanzando y breves pausas para contemplar las islas y riqueza del fondo, llegué al avituallamiento dónde me comí un plátano a medias con los peces. 

Acabado el rodeo a la isla, ya sólo quedaba enfilar la línea de boyas para volver a la costa. Tras un par de pausas, enfilé los 300m de espigón esquivando todas las medusas que veia, aun así fué inevitable llevarme un segundo beso en el tobillo... Mucho escozor y erupción de la piel en el momento, pero al tocar tierra la ilusión de haber conquistado las Medas hizo que desapareciesen todos los males.


Próximamente más, mejor y sin medusas (esperemos)!

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