domingo, 21 de septiembre de 2014

7ª Etapa TCN / Sant Pol de Mar - Pineda de Mar

Tras el obligado parón y necesaria desconexión vacacional, tocó volver a reencontrarse con el medio acuático y experimentar de nuevo la sensación de libertad de nadar en el mar. En esta ocasión el reencuentro venia de la mano de la 7a etapa de la TCN y discurría por unas playas que me han visto crecer desde muy pequeño. Interiormente los recuerdos, emociones y nostalgia estuvieron presentes en todo momento. Sant Pol, Calella i Pineda, quien pudiera volver dar marcha atrás para volver a ser un niño...?

Trasnochar y madrugar no son buenas amigas, pero mar llana, día soleado y corriente a favor hacen que haber dormido 4 horas no sea un impedimento para disfrutar al máximo de un día tan bueno para nadar como hoy.

























Fue justo empezar a nadar acompasado con Ramón y dejar atrás la playa de las barcas, que empezaron a llegar recuerdos a mi mente... Al pasar por delante de la platjola, pude verme a mi de pequeño pescando con mi padre; Revivir la ilusión de que algun pez picase y la decepción de que la mayoría eran pezqueñines y como tal, los devolvíamos siempre al mar :)




Según dejaba atrás la platjola los recuerdos de las largas tardes de pesca iban desapareciendo, pero a medida que nos acercábamos a la Roca Grossa volvían los recuerdos retrocediendo aun más en el tiempo. Recordé aquellas primeras sesiones de snorkel de la mano de mi padre con unos 7 añitos. Alucinaba observando la fauna marina de estos fondos rocosos, podía estarme horas y horas... Observando y aprendiendo a amar el mar.




Recuerdos y más recuerdos... Un poco más adelante estaba el faro de Calella, que ejercía de frontera en las pedaladas con la que fue mi primera bicicleta de montaña. El paseo marítimo terminaba allí, y era dónde daba la vuelta hasta mi otra frontera, la desembocadura del rio Tordera. Según pasaron los años, estos límites se fueron ampliando exponencialmente.

Llegué a sumergirme tanto en los recuerdos que si no llega a ser por Ramón, me almuerzo los tentáculos de una medusa remolona, momento a partir del cuál purgué mi mente y me centré en disfrutar en cada brazada del magnífico día que hacía. 


Después de las vacaciones es inevitable estar al 100%, aun así logramos apretar los dientes después de 5,5km y hacer un último kilómetro "a ritmo", dónde pudimos acabar con muy buenas sensaciones. En el fondo no estamos tan mal ;)


Y como todo esfuerzo conlleva una recompensa, en esta ocasión el premio vino de la mano de la familia de Malgrat.




En respuesta a la retórica que planteaba al principio, he de reconocer que durante los más de 6km que nadamos en estas nostálgicas aguas, viajé atrás en el tiempo y volví a ser aquel niño que tanto disfrutaba bañándose en el mar...


Me fascina como el hecho de poder volver a un lugar por muchos años que hayan pasado, se te inunde la mente de buenos recuerdos. Estoy convencido de que todo lo que estamos nadando ahora, serán grandes recuerdos en el futuro :)

PD: publicado el 21 de Septiembre, Dia Mundial del Alzheimer

Seguimos!!!!!!

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