Tiempo frío e inestable, 100% primavera, así empezaba la 25a etapa TCN de Lloret del Mal, "el Salou de la Costa Brava" Una localidad que con su mala gestión del turismo se convirtió en víctima del turismo extranjero de borrachera. (si no lo digo reviento).
Las lluvias de la noche hicieron bajar la temperatura, de modo que el primer contacto con el agua fue frío y a la vez sucio. Habían muchos restos sólidos de riera flotando en el agua. Un inicio un poco asquerosete, pero que a los 200m pasando la punta de l'Ugil ya quedaba atrás la porquería.
En cuanto el entorno de esta travesía sería mixto, 60% rocas - 40% playa, aun así nos limitamos a nadar siguiendo la linea de boyas amarillas colocadas recientemente. Estas boyas son las que anuncian que la temporada de verano está a la vuelta de la esquina.
Por momentos empezó a llover, pero a medida que íbamos avanzando hacia la playa de llegada, las nubes iban desapareciendo y el sol intentaba hacer acto de presencia. Se podía describir con una palabra: PRIMAVERA!
Por el camino encontré una pelagia de largos tentáculos y espectacular belleza. La muy japuta estaba justo en la misma trayectoria de los que veníamos nadando. Gracias a la claridad del agua la vimos y pudimos rodear. Sorprende que en la inmensidad del mar sin haber visto ninguna previamente, la única que esté en la playa te la vayas a encontrar de cara. Estos seres vivos son expertos en romper estadísticas...
A falta de mil metros para la llegada apareció sin miedo ni vergüenza un sol radiante. Sin ninguna gana de poner fin al cúmulo de sensaciones de nadar en ese entorno, aflojé el ritmo retardando así la llegada con tal de permanecer más tiempo alli dentro. Un lugar, un entorno, un medio dónde las preocupaciones desaparecen y puedes sentirte auténticamente libre.
Seguimos!
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