Ya casi ni me acuerdo del día que me compré los patines, pero sí que me acuerdo de todas las excusas que uso para no ponérmelos nunca. La verdad que ser el tío más patoso y descordinado del mundo es todo un handicap a la hora de empezar con los deportes de deslizamiento. Pero eso se acabó! Cansado ya de darme largas y excusas a mi mismo, me he propuesto aprender a patinar.
El objetivo es mas bien básico, no pretendo hacer grandes trucos ni filigranas imposibles, me contentaré el día que consiga hacer mis rutillas por la urbe, desplazarme del punto A al punto B con un mínimo de seguridad y celeridad. Para ello he empezado a ir a las clases gratuitas de la APB que se imparten cada martes noche en Paseo de Gracia Faria.
Sorprendido por el buen rollo que hay, intentaré asistir siempre que sea posible. Por ahora estoy en las clases de nivel 0 y ahí seguiré hasta que no domine aspectos básicos que son clave para más adelante, como la "tijera" o "posición de seguridad".
Ahora toca caerse y levantarse tantas veces como sea posible, y disfrutar de la sensación de tener mucho que aprender.
Si el suelo es duro, la perseverancia lo es más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario