Tras el obligado parón y necesaria desconexión vacacional, tocó volver a reencontrarse con el medio acuático y experimentar de nuevo la
sensación de libertad de nadar en el mar. En esta ocasión el reencuentro venia
de la mano de la 7a etapa de la TCN y discurría por unas playas que me han
visto crecer desde muy pequeño. Interiormente los recuerdos, emociones y nostalgia estuvieron presentes en todo momento. Sant Pol,
Calella i Pineda, quien pudiera volver dar marcha atrás para volver a ser un
niño...?
Trasnochar y madrugar no son buenas amigas, pero mar
llana, día soleado y corriente a favor hacen que haber dormido 4 horas no sea
un impedimento para disfrutar al máximo de un día tan bueno para nadar como
hoy.
Fue justo empezar a nadar acompasado con Ramón y dejar atrás la playa de las barcas, que empezaron a llegar recuerdos a mi mente... Al pasar por delante de la platjola, pude verme a mi de pequeño pescando con mi padre; Revivir la ilusión de que algun pez picase y la decepción de que la mayoría eran pezqueñines y como tal, los devolvíamos siempre al mar :)
Según dejaba atrás la platjola los recuerdos de las largas tardes de pesca iban desapareciendo, pero a medida que nos acercábamos a la Roca Grossa volvían los recuerdos retrocediendo aun más en el tiempo. Recordé aquellas primeras sesiones de snorkel de la mano de mi padre con unos 7 añitos. Alucinaba observando la fauna marina de estos fondos rocosos, podía estarme horas y horas... Observando y aprendiendo a amar el mar.
Llegué a sumergirme tanto en los recuerdos que si no llega a ser por Ramón, me almuerzo los tentáculos de una medusa remolona, momento a partir del cuál purgué mi mente y me centré en disfrutar en cada brazada del magnífico día que hacía.
Después de las vacaciones es inevitable estar al 100%, aun así logramos apretar los dientes después de 5,5km y hacer un último kilómetro "a ritmo", dónde pudimos acabar con muy buenas sensaciones. En el fondo no estamos tan mal ;)
Y como todo esfuerzo conlleva una recompensa, en esta ocasión el premio vino de la mano de la familia de Malgrat.
En respuesta a la retórica que planteaba al principio, he de reconocer que durante los más de 6km que nadamos en estas nostálgicas aguas, viajé atrás en el tiempo y volví a ser aquel niño que tanto disfrutaba bañándose en el mar...
PD: publicado el 21 de Septiembre, Dia Mundial del Alzheimer
Seguimos!!!!!!
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