sábado, 13 de octubre de 2018

Viaje a Marruecos: Jebel Toublal 4.167m (día 4)

El despertador de Joan suena puntual cómo cada mañana desde que empezó el viaje, esta vez sí tenia sentido estar a las 6 en marcha (seguimos teniendo pendiente una charla muy seria). Acabamos de preparar las mochilas y bajamos al desayuno. 

Aún era de noche y por la ventana del comedor se podía ver cómo iban subiendo pequeños grupos de montañeros guiados por la tenue luz de sus frontales. Algunos madrugan en exceso porque de bajada no paran en el refugio y continúan el camino de vuelta hasta Imlil, tampoco se paran allí un día como nosotros para aclimatar. Tal vez nuestra Aventura sea pausada, pero ¿quién busca estrés estando de vacaciones? ¿Acaso hay prisa de volver a la urbe?

Poco antes de salir del refugio nos encontramos con Filip, un muchacho francés residente en marruecos que había venido literalmente a la aventura con lo puesto y poco más, unas bambas casual, tejanos, sudadera y nula preparación previa. Su carácter nervioso y extrovertido no pasaba por alto entablar conversa. Ya regresaba de su intento de coronar Toubkal, por las yagas de los pies no había conseguido llegar a la cima y tubo que dar la vuelta a mitad de camino, aun así estaba muy contento de estar allí disfrutando del entorno y de haberlo intentado prometiendo que volvería más adelante mejor preparado ahora que ya sabe lo que hay.

Selfi calidad Nokia y para arriba!
Selfi de equipo y nos vamos para el techo del norte de África!!! por delante una ascensión desde 3.207 metros de altitud hasta los 4.167 del pico Toubkal que se hacen en poco más de 4 kilómetros y se tarda unas 3 horas aproximadamente en subir.

El camino está muy definido por la gran cantidad de gente que lo sube cada año, si cuentas con un buen gps se puede hacer sin necesidad de guía, esto ya depende de la experiencia de cada uno y del grupo con el que te muevas. Es dejar el refugio y ya empiezas a subir hasta que cojas el camino que cojas, tienes que cruzar el arrollo a la izquierda para enfilar la primera gran pala dónde se cruza una tartera.

Primera pala
Sigo al de adelante, el de adelante al que le precede, este al gps, el otro al de delante suyo y el primero de todo sigue a su instinto... tal es así que llega un punto que es imposible avanzar porque estamos en medio de la tartera habiéndonos salido del camino. Reconozco que el rebote fue considerable por las dimensiones y inseguridad que transmitía esa tartera en la que según dónde pisabas te desplazabas con todo el piso para abajo... Unos minutos de cagarse en la puta hasta que alguien grita: -El camino está a la izquierda!!! Todo quedó en una anécdota, pero me dio que pensar y consiguió que a sólo 20 minutos de haber empezado la ascensión ya estaba rallado. Me habían dicho que era fácil, Me habían dicho que no tenía pérdida, Me habían dicho muchas cosas, pero está siendo... Olvidar lo que narraba al principio, si no eres un gran montañero experto puedes contar con tu gps pero no descartes contratar un guía, ayudarás a la economía local y subirás más seguro.

Refugios desde la primera pala
Calmados los ánimos generales seguimos ascendiendo como hormiguillas a ojos del refugio hasta perderlo a nuestra espalda. Pasada esa primera pala, la verticalidad se reduce un poco y aunque no hay ningún llano sube constate, las piernas lo agradecían.

Xavi O, Alex i Joan tras el primer tercio de subida
Sigue el camino sinuoso a ratos alternado con tramos directos y alguna que otra pequeña grimpada. Tal vez por la altura, la fatiga, la rallada de la tartera, o todo a la vez, tenía sensación de mareo y me encontré con pasos que me obligaron a apoyarme con las manos y luego en la bajada no me parecieron para tanto. La alta montaña es dura y se estaba haciendo respetar.

Salió el sol tras Toubkal
Sube, sube sube... las piernas cada vez pesan más, el ritmo es lento, el corazón disparado y la respiración como si trotases. En aquel momento no era consciente, pero la altura me estaba torturando a su manera. Es cuando aparecen los consejos de los más experimentados: Pasos muy cortos y lentos, sin prisa y sin parar. Bebe agua cada poco tiempo en pequeños sorbos... Fue de agradecer no estar sólo y contar con la compañía de Alex en todo momento durante la subida.

Aproximación al collado, Izquierda Toubkal y Derecha Toubkal West
Intento recordar sobre la ascensión, pero entre la pájara, el mareo, la fatiga... recuerdo que se me atragantó tanto como la ascensión de NouFonts por la Vall d'Eina que hice en Julio. Muy bonita pero apenas disfrutas porque no pierdes de vista la senda que sube y sube sin tregua. 

Al llegar al collado a casi 4.000m de altitud nos cruzamos con unos vascos que ya conocía del día anterior y volvían de vuelta. Dijeron que en 40 minutos lo teníamos. En ese punto el camino se bifurca a la izquierda para Toubkal o derecha para Toubkal West. Cómo lo primero era lo primero, fuimos de cabeza a la izquierda y a partir de ese momento ya se podía disfrutar de unas bonitas vistas del valle por el que habíamos subido. Era tan bonito como enorme.

Carena de Toubkal
Come, bebe y "palante". Esta estaba siendo una experiencia muy dura. Entendí que el concepto "fácil" es porque no tiene complicaciones técnicas que requieran escalada ni similar, pero eso no implica que no tengas que venir muy bien preparado de piernas, coco, alimentación, material... Y es que no todo el mundo que lo intenta lo consigue, desde que llegamos al refugio lo vimos, antes de subir, durante el camino y días después también supimos de más gente que se quedaba a las puertas. Eso no quiere decir que haya máquinas como unos alemanes que lo subieron por la mañana con un guía y por la tarde volvieron por libre como el que da un paseo por el parque. Hay gente muy fuerte, poca pero la hay.

Estaba en un punto que tenia que llegar arriba por cojones aunque no estaba disfrutando de ese sufrimiento y no soy partidario de pegarme matadas para sólo un premio final en forma de buenas vistas o engrosamiento del ego por sumar picos. Siempre he sido fan de disfrutar del trayecto, del camino, del entorno y esto estaba siendo un peculiar calvario.

Tramo final junto a Alex
La constancia tiene resultados y es llegar a la cumbre, una llanura más grande que un campo de fútbol dónde se divisaba la pirámide de hierro que marca el punto más alto del norte de África.

El techo del norte de África
Estos grandes retos siempre son emotivos y este abrazo quería decir esto: gracias Alex por llevarnos de la mano a esta aventura, por acompañarme en todo momento y empujarme a conseguirlo pese el mareo, dolor de patas y tu mal de altura. Sin ti ni de coña estábamos hoy aquí a 4.167m por encima de nuestro querido mar.

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Momento de Selfis, disfrutar de las vistas y empezar la bajada al refugio con la satisfacción de haber tocado techo en un tiempo de 3 horas. Lo que suele tardar todo el mundo pese a las sensaciones incómodas y liada parda del principio en la tartera.

UltraSelfi: Joselu, Xavi O, Joan, Gemma, Xavi L, Juanan, Al·lex
El camino de vuelta es el mismo que el de subida, se suele tardar unas 2 horas en condiciones normales o un poco más si decides subir al Toubkal West. En todo caso, es vertical y hay mucha piedra suelta lo que implica resbalones y cautela. Si algún día vuelvo  (ahora no está en la hoja de ruta), es conveniente hacer más sesiones prácticas en tarteras para ganar en seguridad y agilidad.

Descenso Toubkal
Y es en la bajada de regreso cuando miras atrás y ves lo que acabas de conseguir.

Shukraan w mabruk!!!!  (Gracias y enhorabuena)

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